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Aventuras y desventuras de un mes de Ramadán (V)

21/07/14 Sobre volver a casa

No os asustéis, no me veréis el jeto, al menos todavía. Sobre volver a casa no quiere decir que me esté planteando volver a Haro, eso siempre se plantea por momentos, pero no de manera real.

Ayer domingo mi día fue completo, mental y experiencialmente. Decidí pasar el día solo, para así poder hacer excatamente lo que a mí me viniera en gana, y así evitar fiascos como el del domingo pasado en Zarka. Y decidí partir a España, volver a casa. No os lo vais a creer, pero un trayecto de unos 40 kilómetros, en 3 taxis diferentes me salió por un total de 17 Dirhams. No es recomendable coger los taxis “turistas” a la puerta del hotel. Ellos te la clavan cual Judas en el huerto de los olivos. En su defecto, andamos unos 200 metros hasta una rotonda cercana y allí esperas pasar alguno de los taxis que vienen de Martil y de Tetuán. Por supuesto son taxis compartidos con otras 5 personas, un poco a lo lata de sardinas. Del hotel a Rincón 4 Dirhams; de Rincón a Castillejo, pueblo fronterizo con Ceuta o Sebta (en Árabe) por unos 9 Dirhams, y de Castillejo a la frontera por 4 Dirhams. De risas. Vete de Haro a Vitoria en taxi, a ver la que te sablan. Sable samurái que te parte en dos…cientos trozos.

Y a la llegada a la frontera, se te cae el mundo encima. Tantas veces visto en la tele, al fin ves uno de los principales problemas de nuestra sociedad, las fronteras y su destrucción. Afortunadamente llego en domingo y la actividad es 10 veces menor que entre semana. Lo primero es llegar a la cochambrosa garita de la policía marroquí para rellenar la ficha de policía y estampar un sello de salida del país en tu pasaporte. Allí comienza el largo pasillo a lo que parece el corredor de la muerte. Unas vallas de hace dos siglos, mugrientas a la par que puntiagudas escoltan tu paso, que sin quererlo se hace más raudo por momentos. A la mitad, un policía sentado en una silla de playa te verifica el sello, y allí “pasas” a España. Siguiente etapa, la policía nacional española, más uniformada pero en las mismas condiciones que no invitan a la bienvenida. Y por último, la benemérita, los más españolitos, los verdes, la guardia civil. Tiraos a la bartola.

Frontera EspañaLa frontera una vez pasado el control, a kilómetro y medio de la ciudad.

Y allí estás, en una de las ciudades más mestizas del mundo, choque de civilizaciones. De unos 90.000 habitantes, la mitad de ellos son musulmanes. Pese a que su actividad económica no es muy grande, tiene el estatus de puerto franco, lo que la permite tener diversas ventajas fiscales que favorecen el comercio. Y sus precios permiten que toooodo el norte de Marrecos esté plagado de productos llegados de Ceuta (alimentación, cosmética, bisutería, lencería, ropa, electrónica, etc). Para entenderlo, el Lidl de Ceuta es el supermercado de la cadena alemana que más vende de toda España, y no estoy seguro si de todo el mundo también. No hay más que ver como salen los coches de vuelta a Marruecos.

Volviendo a mi gran día, desde el primer momento empecé a sentir la diferencia de estar en casa. Lo primero el idioma, y háganme caso que, pese a que adoro el intercambio de lenguas y de culturas, de vez en cuando da mucho gusto escuchar tu lengua materna por docquier, pese a que sea entre chillos, como buenos españoles chiringuiteros playeros. Un autobús (guau! Hacía siglos que no usaba un autobús, y con aire acondicionado y todo) me llevaba al centro por unos 80 céntimos. De allí directo a la playa, donde pude notar que las aguas estaban mucho más claras y también más frías. El paso al atlántico y sus corrientes que se mezclan con las del mediterráneo se hacen notar.

La sensación de cercanía con mu hogar se hico aún más presente al permitirme poder hablar con los colegues. Pase bastante tiempo llamando a la cuadrilla para saber las buenas o malas nuevas. Planear nuevos encuentros, viajes, y las risas de siempre me encendieron la luz de la alegría dentro de mí. Fue como expulsar toda la mierda, todo ese humo negro muy a lo LOST y aspirar la fumata blanca de la bonheur. Así de poético chavacanero todo.

Playa CeutaPanorámica de la playa de Ceuta.

Mis pasos, tras un relajante baño y siesta playera, me llevaron a pasear mí ahora delgadurrio culo por las calles de la ciudad autónoma, que al ser domingo estaba un poco muerta. Pequeños comercios y edificios de corte totalmente español. Parece mentira pero lo que me acerco también un poco más al hogar fue ver una gran cantidad de bazar chinos. Tócate los melones mariloles. Paradójicamente en los chinos de Ceuta el alcohol es más barato que en el super, curioso pero muy bueno también. Contrabando Alfonsdam, marroquíes sedientos por hincarle el diente a un buen cubata tras el ramadán y yo mismo que disfrutaré de ello. Por una vez en mi vida sacaré la vena empresarial. Veremos si mi bondad extrema (ironía extrema también) me permite hacerlo. Así pues, botellaca de vodka, whisky, ron y cerveza para la saca, un poco de Jaluf del LIDL y vuelta para la frontera, previo contacto con soldados profesionales de que cuidan de esta nuestra gran España y me piden 50 cents para una lata y me ofrecen hachís del bueno a euro el gramo. Eso sí que es España cojones, fuerza y honor.

Y la vuelta al país islámico me golpeó fuerte en la cabeza, diciendo: Alfonsito, no olvides que ahora eres moro y haces ramadán, que no rabodán. Taxi a Castillejo donde, con viento que vuelve loco hasta a Gandhi y una espera de más de hora y media, realizaba la experiencia del día: Lftor tradicional en el hogar familiar de Otman, uno de mis compañeros fotógrafos, gran persona y mejor amigo.

20140720_201052Verdadero Lftor marroquí.

Vaso de leche, Harira artesanal que nada tenía que ver con la del hotel, mucho más sabrosa y especiada, chbequilla hechos en casa, dátiles.. Y de segundo Msemen, el pan de los 1000 agujeros, y para huntar mantequilla, mermelada, queso fresco de vaca, miel y unos frios buenísimo rellenos de queso, zanahoria, pollo, algo de picante y mortadela. Esquisito todo. Acompañado de un buen café (kaua) y de té. La felicidad que da tener la tripa llena después no lo puedo describir, ya lo intenté uno párrafos más arriba y no pude al 100%. Y esperen señores, que mi reencuentro con la tradición marroquí no había terminado. Media hora después me encontraba con 3 castillejís jugando en un café al dominó. Aquí por el norte, la influencia en forma de juegos españoles es fuerte. Naipes españoles, dominó y parchís sobre todo. Sobre las 11 y con la espalda destrozada por el peso, yo y mi incansable mochila volvíamos en mobillette dirección Cabo Negro, con fuerzas suficientes para empezar la semana.

25/07/2014 Reencuentros

La recta final. La luz al final del túnel. 3 días quedan. Lunes o Martes, y hace 3 días que no escribo. Mi vida no tiene paradas de avituallamiento ni pit stop, cabalga cual veloz corcel ostigado por su montura en retirada, luchando pos sus vidas. Una silla me sostiene en el couloir de la mort, o pasillo de la muerte, ya que, como en mis viejos tiempos de colegial en el Diego de Covarrubias, una señora de la limpieza me hace la habitación. He cambiado a mi querida Flor por una chica árabe que chapurrea 3 palabras en español. Unido a mis 3 palabras en árabe, podemos decirnos 6 palabras.

La semana está siendo curiosa. Cansina y dura, pero divertida y agradable. Salvo hoy, que he conseguido dormir mis 7 horas fijas, desde el lunes no duermo más de 4 horas. Durante dos noches “festejamos” la partida de una de las españolas, Elisa, de la recepción. Para mí una gran pérdida. Pero nuestras condiciones laborales desgastan, y algunos deciden no seguir siendo engañados. A mí me atan los pros, que voy relatando poco a poco en este monólogo interior.

Ayer mi despertar fue curioso. 6:30 de la mañana, me levanto y oigo ruido de agua. Extraño. Sonámbulo, deambulo hasta el baño y al tocar el interruptor, pum, electrocución. Salía agua a chorros del mismo ¿Qué cojones pasa? El suelo de agua hasta los tobillos. Una fuga en la general del agua caliente justo encima de la habitación fue la causante. Conclusión, dos horas de sacar agua de la habitación y pasillo, un par de chillos con los super trabajadores de mantenimiento y pocas horas de sueño. Couloir de la mort.

20140729_182035Couloir de la mort.

Conocer, a fondo, a gm’s, tiene sus ventajas. Si no te apetece hacer contacto gm (clientes) siempre puedes quedar con la persona y te quitas de líos. Por otro lado, también permite hacer cosas diferentes en el hotel. Ayer estuve en la piscina Altair, reservada para adultos. Pronto haré equitación y jet ski (moto de agua) y el martes cené en el restaurante de especialidades. Nada del otro mundo, simplemente que, pese a lo acostumbrado, se sirve un entrante, la suite y un postre a table, en mesa, pegado a la playa y en un ambiente romántico. Todo muy marroquí, los platos incluidos.

Ayer fue el vigesimoséptimo día. La Laylat al-Qadr o noche de destino, es el día más sagrado dentro del ramadán, es un día de rezo continuo. Los más creyentes, y practicantes por supuesto, se pasan la noche entera en la mezquita. Al parecer también se come un plato típico, compuesto por pollo, lentejas y crepes.

Mini Club en el tiro al arcoMis niños del Mini Club en el campo de tiro.

En estas, también me gustaría explicar una cosa tradicional entre todo el mundo musulmán, que absolutamente todo el mundo realiza. Se llama el wodoo, consisten en la limpieza del cuerpo, la preparación antes del rezo. Son unos pasos en un orden estricto, donde se limpian 3 veces cada parte del cuerpo, siguiente el siguiente orden:

– las manos.

– La boca.

– La nariz.

– La cara.

– El pelo: 3 veces hacia atrás y 3 veces hacia delante. Ningún pelo puede quedar seco.

– Las orejas.

– Los antebrazos.

– Los pies.

Y existe un plus suplementario al Wodoo llamado Yaneba. Esta parte de la limpieza se realiza después del acto sexual, y a la limpieza explicada anteriormente hay que añadirle todo el cuerpo, primero toda la parte derecha y después toda la parte izquierda. Es necesario frotar fuerte únicamente con agua. Y una vez limpiado todo el cuerpo, entonces se puede aplicar jabón. Me reservo para mí el saber si lo probé en mis carnes o no, aunque lo que me conocen ya saben la respuesta! jajajujijo

28/07/14 Último día.

The last day. Le dernier jour. Último día. Muchos se rieron cuando confirmé que iba a hacer ramadán. Otros me espetaron velozmente que no llegaría a hacerlo. Y la gran mayoría preguntaron ¿Eres musulmán? O ¿Y por qué lo haces? Y aquí estoy. A escasas horas de celebrar el Eid Al Ftir como un marroquí más. Ayer la luna no salió al parecer y el ramadán se ha alargado un día más. Únicamente en marruecos, ya que en países como Yemén o Arabia Saudí (la cuna del Islam) hoy celebran ya el fin del ramadán.

Estoy y continúo en el club Med gracias a los domingos. Y allí fue uno de los grandes. De los de no olvidar, de los de escribir en mí ya viejo y sin páginas diario de viajes que haya por 2007 me regaló Alba Gómez, jarrera como pocas. La expedición estaba conformada por dos franceses, Maxime y Alix; una portuguesa, mi querida Laura; y dos españolas más, Anna y Fabiola. Nuestro destino Chefchaouen, el pueblo más bonito que conozco. Nuestro transporte, un grand taxi, mercedes blanco que, tras negociación marroquí (ya somos más estafadores que los propios marroquís) nos llevaba y traía por 80 dirhams la plaza, 160 km en total.

Recorrer las calles de Chaouen es como subir al cielo, el azul inunda todos los rincones de la Medina. Todo ello pintado con tintes y pinturas naturales, los diferentes tonos de azul ofrecen un placer para los ojos. Sus gentes, fuertemente influenciados por la cultura española (no olvidemos que antes de la llegada de los colonos españoles, los habitantes de la región vivían en una situación similar a la edad media europea) viven en gran medida del campo. Y lo que esos campos ofrecen es mayormente Marihuana. Mejor dicho Kiff, la planta de la región de la cual se obtiene el hachís. Capital mundial del hachís, exportador a toda Europa a través del estrecho de Gibraltar. Por ello no es nada raro que durante tu paseo, absorto en los colores y olores de la villa, te ofrezcan unas triquiticientas veces grifa, hachís, costo, kiff, droga, porros, canutos, chocolate del bueno, en un perfecto español de Alcantarilla de la Sierra.

Pintura ChefchaouenFoto realizada por Anna Font

Adentrarse en los más recónditos callejones es totalmente recomendable. Todos en cuesta debido a su situación en una colina, su callejuelas esconden un sinfín de niños jugueteando, corriendo, señores portando legumbres del día, jóvenes repintando sus calles, carpinteros cortando madera para souvenirs, tejedores detrás de sus enormes y rudimentarias máquinas entretelando tapices de diversa índole y demás escenas bánales, cercanas a nuestro siglo pasado.

Lo que más se agradece es la cercanía de sus gentes, desde caravanas de saharauíes nómadas que portan sus abalorios del desierto, a bereberes auténticos, artistas y campesinos de la región, ninguno tiene reparo a pararse a charlar un rato, a ofrecer trueques o alojamiento, o simplemente a observarte y reírse. Contigo, eso siempre. Sin duda, es un lugar en el que uno debe pararse un tiempo si quiere reflexionar sobre su vida. ¿Buscan inspiración? Vayan a Chaouen.

chefchauenFoto realizada por Laura Mestre

A la vuelta, Max y yo abandonábamos a las féminas para reunirnos con mi gran amigo Otman en Martil, donde tras el autobús más petado y con olor a sobaco pasiego en el que me he montado nunca, nos parábamos a tomar el Ltor en un bar típico marroquí. Típico y os digo porqué: Huevos duros y pan, harira más buena que el caviar, brochetas de pollo y ternera, huevos fritos con carne picada y tomate natural, todo acompañado por café y té, tocábamos a 30 dirhams por persona. Adéntrense en la cultura señores turistas, conviértanse en viajeros, en visitantes, y vivan como lo hacen las gentes que van a visitar. Lo repetiré hasta la eternidad, el que viene al Club Med (o a un hotel todo incluido de este tipo) y dice que ha estado en Marruecos, miente como un bellaco.

Por ello, salir a Marruecos me da la vida. Sentir que estoy viajando me llena de fuerzas, me da alas cual red bull marca mora. El que no es feliz es porque no quiere. Con todas las letras.

29/07/14 Aïd Moubarak Said

Aïd Moubarak said Khoya! Es la frase que más he escuchado hoy. Es algo así como que dios te bendiga, que sea bueno para ti, mi más sincera enhorabuena. Khoya, mon frere, mi hermano, colega, tío, tronco. La fiesta del fin del ramadán. C’est fini. On est gagné. Se acabó. Lo he conseguido. Muchos me dijeron que nunca llegaría, que no estaba preparado, que había que sentirlo, que estaba loco. Pero esos muchos no me conocían jojojo. Halagos en propia puerta aparte, me siento más que feliz y orgulloso, pudiendo tachar de la lista una de las miles de experiencias que uno debe hacer antes de dejar este maravilloso planeta.

Lo cierto es que pensé que el final iba a ser algo diferente. Me esperaba un estallido de vítores al llegar el Lftor. Y todo lo contrario, es algo interno, religioso, incrustado tan a fondo en sus vidas que no es necesario exteriorizar esa alegría, esa liberación. Muchos me felicitaron, no han visto muchas veces un loco europeo que quiera unirse en su sacrificio. Mi idea de la celebración era de hecho muy europea. Juntarnos todos y poder hacer lo que no habíamos hecho durante un mes: comer, beber, festejar, y por qué no, algo bastante de drinking. Sin embargo, deberé dejarlo para más adelante. El alcohol, por respeto, sigue prohibido hasta después del día de la fiesta, hasta mañana. Y habiendo aguantado 30 días, como no vamos a aguantar otro día más (mi hígado reposa tranquilamente, mi diablillo me pide una cerveza con megáfono).

La alegría de poder desayunar hoy ha sido grande, ni os lo pensáis, levantarse y poder comer lo que uno le venga en gana, con un buffet libre de mil placeres para las papilas gustativas el cuerpo corre en dirección a los poyatos y mostradores repletos de deliciosos manjares: desde especialidades marroquíes como la Harsa, el bouchmir o el Msemen, té a la menta, mermeladas y mieles; pasando por la repostería (croissants, bollos, magdalenaa de chocolate, bizcochos, pasteles de frutas, pasteles marroquíes…) y el beicon, las salchichas, los huevos fritos, huevos cocidos y tortillas de mil tipos; hasta el mostrador con los zumo, frutas confitadas, yogures, embutidos y cereales. Un sinfín de variedades que ya ni recordaba.

Y muchos besos, cada marroquí cruzado por el camino, dos o tres besos y una felicitación. Es una verdadera pena no poder vivir el verdadero festejo en el corazón de la vida marroquí, no en un hotel europeo con marroquíes. Pero el trabajo es lo que tiene

De esta experiencia saco muchos valores. Algunos de ellas ya los he ido relatando a lo largo de estos 5 artículos, mejor o peor explicadas. Nos excedemos, no tenemos autocontrol, dependemos de mil cosas exteriores, no somos sufridos, nos acomodamos. Es necesario probar tu cuerpo, llevarlo a límites a los cuales no está acostumbrado, a fin de cuentas, debemos salir de nuestra zona de confort (leer mi artículo ¿Por qué viajamos? para más información). Me ha llevado a ver que no es necesario tanto para ser feliz, que no dependemos de aditivos para disfrutar, que la vida es más simple que todo eso. Cada experiencia en la vida enriquece, añade un capítulo en tu pequeño mundo del cual puedes extraer consejos para el futuro, va rellenando esas famosas páginas con letras en oro, marcadas de por vida, si no desaparecen en el recuero de nuestro yo futuro. Yo, previsor hasta la médula, dejo estas pequeñas letras no solo por ustedes, no lo crean, sino para mi avenir, para dentro de unos años leer, y poder contar con el recuerdo vivo como si fuera ayer, lo que un mes de 2014 en marruecos realicé con todas las ganas del mundo. Para poder decir, que Fonso, Jonty para los amigos de verdad, una vez hizo el ramadán. O Alfonsdam. Muchas gracias y sobre todo, sobre todo hoy, un poquito más que nunca si cabe, EXPRIMAN LA VIDA. A tope, con la cope.

Yo

Aventuras y desventuras de un mes de ramadán (III)

10/07/14

62,5 kilos. Y bajando. Que yo recuerde mi peso neutro (soy de los que me puedo comer un osobuco de cabo a rabo o un higo chumbo en todo el día y no cambio mi peso) estaba sobre los 66 kilos, echando para lo bajo. Esto, para los de la LOMCE, hace un descenso de 3 kilacos y medio. He bajado un recién nacido mi peso aproximadamente. Y sólo en 11 días. Como la sabiduría popular jarrera comenta, me voy a quedar como la radiografía de un silbido, como el espíritu la golosina, voy a tener que pasar dos veces para que se me vea, como los niños del viafra, recién sacado de un campo de concentración.

Exageraciones a parte, la cosa se lleva bien. Hoy ha estado gracioso. He llegado pronto a las mesas preparadas para los GO’s y fotógrafos en el Lftor. Normalmente llego justo cuando ya se ha dado la voz de alarma. Hoy me he adelantado y todo el mundo hacía sus preparativos. Preparando sándwich de huevo duro y queso, llenando cuencos de Harira, cogiendo dátiles para un regimiento, etc. Ha sido infernal. Sentarse 5 minutos delante de mi plato de pasta se me ha hecho más largo que los 11 días de ramadán que llevamos. Ver la comida a escasos centímetros de tus papilas gustativas tras un día entero sin catar alimento es duro de cojones.

¿Y cuál ha sido la conclusión? Un atracón de tres pares. Todavía estoy con la hinchada, 5 horas después. No aprendo ni queriendo. El ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. El Alfonso es el único ser humano que lo hace día tras día, de forma cotidiana. Y todo por ver rápido la semifinal del mundial entre Argentinolandia y naranjamecanicalandia, el mayor esperpento futbolístico de los últimos tiempos, he visto partidos mejores en el Mazo. En el Mazo señores!!!!

Así pues, anímicamente no ha sido el mejor día, ramadán aparte. Pero a estos días, lo mejor es cortarlos y levantarse al día siguiente como si nada hubiera pasado. Por ello, y sin más dilación, hasta mañana de buen corazón.

Tiro al arcoYo disfrazado de cowboy, o de Robin Hood, como prefieran.

13/07/14

Que no te enteras, que la vida no es una carrera. La vida es un detalle con más secretos que el potaje. Bajo esos versos tan inteligentes de unos grandes comienzo la segunda mitad del ramadán. Son las 3:15 de la mañana y acabo de pegar mi último trago del día, o el primero, como cada uno quiera verlo.

Y es que la vida está llena de momentos en los que uno debe decidir en ese mismo instante, o de lo contrario la oportunidad pasa sin poder retroceder, esfumándose como la ceniza al viento. Y digo esto porque últimamente estoy dejando pasar muchas oportunidades por no afrontar las cosas de forma directa. Como el resto hace. Llámenlo timidez, vergüenza, pereza o falta de motivación, lo que sea, pero solo sé que nunca aprenderé. Y es por ello que es mejor no hablar mucho de ello. Para eso ya podré dedicar otro post tranquilamente si algo día consigo superar ese mi gran miedo.

Decía la segunda mitad del ramadán puesto que entramos en el día número 15. Y esto parece que no se acaba. Podría afirmar que estoy entrando en una tercera fase. La primera fase sería la fase de adaptación. Aquella en la que todo era nuevo, las sensaciones eran extrañas, cada día descubría una cosa nueva y sobre todo lo que sufría era de sed. En mi segunda fase las cosas cambiaron. Uno se iba acostumbrando a días más monótonos (aunque en el Club Med ningún día es igual), el cuerpo ya se ha adaptado a este experimento que estoy realizando con él, y prácticamente no se queja. Y lo que predomina es el hambre, aunque el estómago, pequeño frente a la falta de comida, se llena rápido y no permite comer en exceso.

Pues bien, creo que he entrado en una tercera fase. Una fase en la que el estómago se ha acostumbrado del todo, lo cual indica que me paso todo lo que me es posible el tiempo comiendo, cogiendo reservas; y en una fase en la que empieza a desearse ver el final del túnel. El cuerpo pide marcha. El cuerpo pide su gasolina, sus aditivos. El cuerpo pide lo que en realidad le mata, pero lo que en realidad da chispa a la vida. No sé si me explico, pero no seré más explícito (que hay niños mirando).

En otro orden de cosas, la vida en el club Med es complicada…Muchas cosas a hacer, demasiadas obligaciones y, como casi siempre, lo que se convierte en obligación no es agradable, y lo que no es agradable nunca apetece hacer. El balance varía según el día en el que te encuentres. Hay días que los puntos positivos superan a los negativos y días que viceberza. Y la cuestión es que es una vida de extremos, puntos muy positivos pero también puntos muy negativos. Ayer mismo (este párrafo está escrito en el 13/07/14, ya a 14 puesto que son las 00.20 de la noche, un pequeño barullo temporal, lo sé), hubo varios puntos positivos bastante molones. Mis habilidades en el trapecio progresan adecuadamente, realicé una nueva postura y Marco, un marsellés responsable del circo, me “catcheo” en el trapecio con una nueva postura llamada “la planche” o la plancha. Como una imagen vale más que mil palabras, no lo describo, lo muestro en esta secuencia de fotogramas:

Pero por otro lado, lo negativo abunda. El tiro con arco comienza a no ser tan agradable y divertido. Me planteo si de verdad he realizado 5 años de carrera más un año de master en dirección hotelera para dirigir un pequeño terreno con 6 dianas (sobre esto puedo escribir un tratado pero no os quiero aburrir con sandeces que a la mayoría ni os interesan). La cosa es también que estamos regidos por una política denigrante y más bien discriminatoria, hasta el punto de considerarlo racista. Y hasta aquí puedo leer, que ya sabemos hasta donde llegan los espías internautas y sus repercusiones laborales.

Y en estos bandazos emocionales me ando, hoy más feliz que una perdiz, mañana deseando utilizar la goma2 contra todo hijo de perrilla que se presente delante. El día de hoy ha sido agradable, respirable, como toda jornada libre. Bien descansado, partíamos en taxi hacia Zarka, una población en las montañas con piscinas naturales, muy cerca de Tetuán.

Domingo Piscinas naturalesDisfrutando de nuestro día libre en las piscinas naturales de Zarka.

Las niñas se negaban a quedarse allí, con lo que en 15 mins de disfrute valían para volver a Martil a pasar un día de playa y de compras, para a posteriori ver la final del mundial. Imposible no volver 4 años atrás en mi memoria para recordar la felicidad que nos produjo aquel maravilloso Iniestazo de mi vida. Esto me permite observar más aún la vida marroquí durante el ramadán. Pocas mujeres a la vista en las piscinas, pocas que se bañen en la playa, y las pocas que se dejan ver, por supuesto empapan todas sus vestimentas para bañarse, nada de bikinis. Les quedan años, pero las cosas van cambiando, esto no es Afganistán. La actividad en la ciudad comienza por la tarde. Las calles se empiezan a llenar, la gente hace las compras para el Lftor, pero no se ve ni un solo cigarro, ni una sola persona comiendo y los pocos bares que abren están vacíos. Durante el partido, nadie consume nada, eso sí, una vez roto el ayuno, el trajín es imparable. Cafes, batidos, tortillas, bocadillos, zumos, etc. La gente ansiosa por llevarse algo a la boca, pero todos están preparados. Y una vez comidos, salen a relucir cigarros y cigarros de la risa, dentro del bar (fumar no está prohibido todavía) por supuesto.

La vuelta en moto sin casco a más de 100Km/h (nos protege allah) cierra un día más que completo que espero me de fuerzas para aguantar el p… jod… 14 de Julio de m… de estos gabachos.

15/07/14

Mientras el mundo se revuelve entre conflictos bélicos sin sentido, más engaños a la población, corrupción económica y política en cada rincón del planeta, la vida en el Club Med de Yasmina continua impasible a los devenires internacionales. Mi ramadán avanza, lento pero a paso firme, día tras día, con altibajos emocionales de diversa índole que nada tienen que ver con esta experiencia a la que someto mi cuerpo.

El Lftor de anoche consistió en langosta a la brasa, brochetas de pescado con salsa de mantequilla, magret de canard, roast beaf y una gran cantidad de pasteles y mousse de chocolate. Es lo que tiene vivir en un hotel de 4 estrellas. Comes durante todo el año como solo la clase media-alta lo hace unas semanas de vacaciones. Champagne, cócteles de todo tipo, pasteles, montaditos, y buffet de variedades son el día a día. A cambio aguantas el escuchar a cierto cliente lamentarse de verdad por errar una bola en el hoyo 11 del golf cercano de cabo negro; o quejarse porque se ha gastado 800€ en la boutique por 5 artículos y no ha recibido una pequeña compensación. O clamar a los 4 vientos porque en su suite no tenía nada más que 3 toallas. Los males del primer mundo. Ilusa felicidad.

Cena en la playa Entree soiree blancheSoiree Blanche.

La línea central ha sido atravesada, en el dieciseisavo día de ayuno, ya quedan tan sólo 14 o 13 días (el final del Ramadán depende también de la luna). El final del túnel se empieza a divisar en la lontananza. Para todo en la vida es necesaria una motivación. La mía es superarlo, para poder contarlo. Pero también es la felicidad que producirá volver a la libertad de consumo. El Eid al-Fitr es la fiesta de la ruptura del ayuno, que festeja el final del ramadán y abarca los tres primeros días del Shawwal (décimo mes del calendario musulmán, de 29 días) y generalmente consiste en un encuentro familiar acogedor, la vuelta a la normalidad. Yo me lo tomaré como una celebración, una victoria. Muchas son las ganas del Eid Mubarak (Bendita fiesta).

Motiva también ver la alegría del prójimo al saber que practicas sus tradiciones. 3 días atrás, camiando hacia mi oficina llena de arcos y flechas, me topé con Hamza, un empleado que se ocupa de la tienda artesanal. Al saber que estaba haciendo el ramadán, gritó, sonrió y me abrazo con todas sus fuerzas, impregnándome de su alegría, recién levantado de la siesta como estaba. Sin más dilación, me invitó a su casa en Tetuán para comer, a la que Inchallah pueda ir pronto. Ya sabéis, para contároslo. Expriman la vida en sus casas o fuera de ellas. Y cuéntense chistes los unos a los otros, que la risa a vivir ayuda, y la vida sin risa no es otra cosa que amargura.